Los expulsados del Paraíso (2024) y la necesidad de echar raíces
#10: Un pódcast de ocho episodios producido por el periódico español ABC que recoge los testimonios de varios ex integrantes de los Testigos de Jehová
👋 Bienvenidos a una entrega más de Lo de los pódcast.
Esta entrega es muy especial para mí, porque la envío un par de días antes de defender una tesis doctoral, en la que llevo trabajando cuatro años, sobre el narrador de los pódcast periodísticos narrativos. Ha sido un camino largo. Pero, a pesar de que hay estudios que afirman que estudiar un doctorado dispara un 40% los problemas de salud mental, reconozco que yo me lo he pasado muy bien.
Creo que parte del secreto ha estado en que desde el principio tenía claro que el doctorado nunca tenía que ser la parte más importante de mi vida. Ni tampoco de mi día, aunque en la recta final le dedicase jornadas interminables. Como me dijo hace unas semanas una catedrática de la Universidad, «en la vida solo hay dos o tres cosas importantes. Las demás son un juego y hay que tomárselas como tal».
La otra parte del secreto ha consistido en rodearme de buenos amigos. Ya sabes, personas que te sacan de los libros para llevarte a la vida. Eso sí es importante. Y, además, ellos lo han hecho muy bien.
De estas cosas importantes —los amigos, el hogar, Dios— va el envío de hoy: un pódcast del periódico español ABC sobre decidir salir de tu hogar, que tus amigos y familia te dejen de lado y no sepas por dónde empezar para construir tu nueva patria.
¿Quiénes son las víctimas? Sobrevivir a los Testigos de Jehová
Los Testigos de Jehová son una religión reconocida en España desde 1970. Hoy, según sus cálculos, uno de 400 españoles comparte su fe. Los Testigos de Jehová se mueven en un paradigma antagónico al del resto del mundo: no celebran los cumpleaños porque los consideran una fiesta pagana, tienen prohibidas las tranfusiones de sangre, observan «peligros espirituales y morales» en la educación superior, defienden una interpretación literal de la Biblia, evitan el contacto con los no creyentes…
Por eso, quienes han abandonado esta confesión o han sido expulsados se ven completamente desamparados. De repente, se ecuentran en un mundo en el que no saben desenvolverse. Hace unos años, algunos de ellos se organizaron y fundaron lo que llamaron la Asociación de Víctimas de los TDJ. Creían que esa palabra —víctimas— era la que mejor definía el ostracismo que sufrían al salir.
Pero llamarse víctimas implica señalar a alguien como victimario. Esto no sentó nada bien a los Testigos de Jehová y, como congregación, denunciaron a sus exmiembros por una presunta vulneración del derecho al honor. Así se llegó a un juicio en el que los miembros de la Asociación de Víctimas tuvieron que rememorar sus pesadillas.
En ese juicio solo hubo dos periodistas presentes. Uno de ellos fue José Ramón Navarro-Pareja, periodista de ABC especializado en religión. El periódico vio aquí la oportunidad de desarrollar su primer pódcast narrativo serial e hizo una apuesta editorial potente. Además de este pódcast de ocho episiodios y dos entrevistas extras, publicó una página propia dentro del periodico, lanzó una newsletter, abrió un buzón para recibir nuevos testimonios y publicó un "cómo se hizo” en el que parte del equipo explica el proyecto en vídeo.
«Lo importante era contar por qué eran víctimas. No valían acusaciones. Necesitábamos explicaciones», afirmaba María Romero, periodista de ABC, en mayo durante Estación Podcast. La complejidad de este objetivo radicaba en que ser víctima es una experiencia individual y subjetiva. Por tanto, para ser reconocida como tal necesitaba que lo subjetivo se convirtiese en objetivo. Es decir, había que adentrarse en un mundo desconocido a través de sus protagonistas.

Para llegar al jucio —presentado en los dos últimos episodios—, antes hay que comprender las reglas en las que se mueve su mundo. Juan López Córcoles, periodista de ABC y narrador de la serie, contaba que cuando hicieron las entrevistas para el pódcast, les «hablaban con un lenguaje que sonaba a chino». Su compañera María Romero explica que esa necesidad de unificar dos mundos marcó la estructura de la serie: «El oyente también tenía que hacer el trabajo que nosotros habíamos hecho para entender sus conceptos».
Solo adentrándose y conociendo su educación, su afán de proselitismo, sus derechos, costumbres y reglas, qué es eso del comité judicial y del consejo de sabios puede uno ponerse en sus zapatos para entender el trauma que vivirían después.
Este es el viaje que guía la serie: acompañar a los 12 protagonistas de la historia a su infancia cómo Testigos de Jehová, para después vivir con ellos su exilio y su batalla para ser reconocidos como víctimas. Este es el viaje del juicio, el que hicieron los periodistas y al que se invita al oyente

El narrador de la serie se construye, entonces, como alguien que ha recorrido ya un camino complejo y que regresa a buscar al oyente para acompañarle. Es una especie de Virgilio en La divina comedia de Dante. Su objetivo es señalarle dónde debe mirar —no que le mire a él— y, por eso, en sus intervenciones son habituales las metáforas y ejemplificaciones para asegurarse de que asimila el lenguaje de los Testigos.
Luego, sí, llegará el momento de que los dos mundos se crucen en el juicio. Pero lo más interesante, a mí parecer, está un poco antes.
Buscar un hogar 🏠
Aunque a primera vista Los expulsados del Paraíso es una serie sobre el camino de ser reconocido como víctima, creo que de fondo hay otra historia. Hace unas semanas hablé de esto con
, directora de la serie y de ABC Audio. Ella me contó que suele distinguir entre una X, la trama principal, y una Y, el tema que subyace y que, en cierto sentido, es más atemporal.En este caso la Y, es el intento por construir una patria. Andrea Morán lo definió como un «viaje del héroe frustrado», porque los protagonistas vivían en una patria que para ellos se derrumba. «Hay una constante de todas las víctimas y es que son personas rotas», decía Navarro-Pareja en Estación Podcast.
Los protagonistas de esta serie han perdido su hogar existencial, que en este caso era su religión: ser Testigos de Jehová. Y los seres humanos somos seres que necesitamos un hogar. Nacemos en uno y toda nuestra vida está enfocada a habitarlo, ensancharlo, cuidarlo.
De esto hablaba Simone Weil en Echar raíces cuando escribe:
«Echar raíces quizá sea la necesidad más importante e ignorada del alma humana. Es una de las más difíciles de definir. Un ser humano tiene una raíz en virtud de su participación real, activa y natural en la existencia de una colectividad que conserva vivos ciertos tesoros del pasado y ciertos presentimientos del futuro».
Un hogar lleva consigo una comunidad, en la que uno se sabe acompañado, comprendido y donde puede descansar. Allí es único y él aporta a esa comunidad el don de su persona irrepetible.
Un hogar acarrea una memoria, una historia común que nos entrelaza. Ese pasado, reconocido como un «tesoro», se vuelve un refugio al que volver en los momentos de duda porque ilumina la vida en su dimensión moral, intelectual y espiritual.
Un hogar despierta una esperanza, un futuro que se convierte en meta y dota de sentido al camino.
Este anclaje vital es el que perdieron los ex Testigos el día que fueron expulsados de su paraíso. No quedó rastro. Ni siquiera sus familiares les dirigían la palabra. Quedaron desamparados: sin comunidad, sin memoria, sin esperaza.
Por eso el episodio 5, El nuevo mundo, es el que me parece más interesante de toda la serie. ¿Dónde echas raíces cuando ya no tienes?
⏱️ Escuchar los ocho episodios del pódcast te supondrá algo más de tres horas y media de inmersión sonora. Los dos extras suman 50 minutos más.
🧐 Mientras lo escuchaba pensaba en…
La terapia 🎧 (2024, 56'). Originalmente, este episodio de Hechos reales —que reseñé en el último envío— se iba a llamar La secta. Una mujer entra en una organización terrorista por amor, se va aislando, y se convierte, al mismo tiempo, en víctima y victimario.
Wild Wild Country 🎬 (2018; 7 episodios, 343’). Esta serie ganó un premio Emmy a la mejor serie documental y eso es ya una buena carta de presentación. Yo la vi durante la pandemia y recuerdo que me atrapó y me causó rechazo al mismo tiempo. Todo comienza con una secta hindú que se construye una ciudad en Oregon (Estados Unidos) y empieza a inquietar y causar problemas a sus vecinos; pero, claro, ¿cómo echarles si se amparan en el derecho a la libertad religiosa?
Lobos disfrazados de corderos 📖 (2024, 146 páginas). Fabrice Hadjadj es un filósofo y teológo cristiano, de origen judío, al que sigo desde hace años. En este nuevo libro reflexiona sobre los abusos en la Iglesia. Su escritura es muy provocadora. En esta obra sumerge al lector en las raíces del mal sin olvidar que detrás de la posibilidad de perversión se esconde el don maravilloso de una libertad.
Y hasta aquí llega este décimo envío de Lo de los pódcast. Si te ha gustado, me ayudaría un montón que lo compartieses con tus amigos en redes sociales. 😃
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👋 Nos vemos, si todo va bien, en dos semanas. Ya te contaré qué tal sale la defensa de la tesis.
Manu